martes, 25 de septiembre de 2007

Quitando el hipo

Leyendo el otro día a Platón encontré el siguiente fragmento en su diálogo "El Banquete":


- Erixímaco, justo es que me quites el hipo o hables por mí hasta que se me pase.
Y Erixímaco le respondió:
- Pues haré las dos cosas. hablaré, en efecto, en tu lugar y tú, cuando se te haya pasado, en el mío. Pero mientras hablo, posiblemente reteniendo la respiración mucho tiempo se te quiera pasar el hipo; en caso contrario, haz gárgaras con agua. Pero si es realmente muy fuerte, coge algo conlo que puedas irritar la nariz y estornuda. Si haces esto una o dos veces, por muy fuerte que sea, se te pasará.

Y es que hay remedios que tienen su tiempo (escrito hacia el 380 a.C.)...

1 comentario:

LlunA dijo...

jijiij habrá que probar lo del estornudo. Porque mira que es molesto el hipo!!!
Besotes