sábado, 2 de diciembre de 2006

En el rincón del olvido

Los recuerdos se van acumulando en el ayer, en lo que yo llamo el rincón del olvido, porque ahí se quedan olvidados hasta que por algún motivo saltan al presente momentáneamente. Lo hacen recorriendo agujeros en el tiempo. Si, recorriendo. El tiempo es distancia. El tiempo es movimiento. Lo que llamamos días no son otra cosa que vueltas de la tierra sobre si misma, movimiento. Los años son vueltas de la tierra sobre el sol, más movimiento. Ya sé que no estoy descubriendo nada nuevo, pero a veces olvidamos las cosas. Los meses son una fragmentación de un concepto basado en el movimiento, una distancia. Los meses van pasando en función de la distancia recorrida por el planeta. Los años van pasando en función del número de veces que pasó el planeta por un determinado punto. Una posición en el espacio, una posición concreta, que yo desconozco. Y si alguna vez me lo dijeron, en el rincón del olvido se encuentra.

2 comentarios:

Laura Abella dijo...

Los recuerdos se vuelven materia interna. Nos costruyen. Para bien o para mal, los alimentas, los mantienes o los reciclas. Son totalmente biodegradables y frágiles como la vida misma.

Anónimo dijo...

LaRateta, ciertamente los recuerdos forman parte de nuestro yo más íntimo. Encuentro interesante tu reflexión, y el concepto de reciclacidad que les atribuyes... pensaré en ello.

Un saludo.